La iluminación es un factor muy importante que tiene una función mucho más allá que la de proporcionar luz. Y es que la iluminación tiene el poder de influir directamente en nuestro estado de ánimo o en la percepción que tenemos del espacio que nos rodea.
Su intensidad, colocación o color puede ayudarnos a conseguir crear sensaciones o emociones. Por ejemplo, un ambiente acogedor.
Y esto no solo pasa con la luz artificial, también con la luz natural que accede a un determinado espacio a través de las ventanas. Cada tipo de iluminación influye en nuestro estado emocional, como te hemos comentado.
Esto significa que elegir la iluminación adecuada para cada espacio es un factor importante que no debes pasar por alto. A continuación, cómo la iluminación puede influir directamente en el estado de ánimo.
Cómo influye la iluminación en nuestro estado de ánimo
- Luz blanca: La luz blanca, también la luz natural, influye en nuestro estado de ánimo aumentando nuestro nivel de energía y vitalidad. Esta es como inyectar una dosis de energía, por lo que puede ser perfecta para entornos de trabajo. Por ejemplo, en una oficina.
- Luz suave y cálida: La luz cálida y suave ayuda, por el contrario, a crear un ambiente relajante y acogedor. Esta puede ser de gran ayuda si buscamos relajarnos, descansar, meditar o liberar estrés.
Además, el color, tono e intensidad de la iluminación también desempeña un papel importante. Por ejemplo:
- Tonos amarillos y rojos (luz cálida): Esta suele evocar sensación de calma y relajación. Puede utilizarse en entornos en los que se busque despertar esta sensación. Calidez, comodidad, descanso, relajación, etc.
- Tonos azules y blancos (luz fría): La luz fría ayuda a crear, como hemos dicho, ambientes más dinámicos. Este tipo de iluminación ayuda a la concentración, por ejemplo. Por eso, decimos que puede ser perfecta para la iluminación de oficinas, etc.
- Luz de color: La iluminación también puede ser de varios colores. Existe una amplia gama de colores y tonalidades entre las que elegir. Este tipo de iluminación puede ayudar a crear ambientes muy concretos. Por ejemplo, la luz verde puede utilizarse para crear un ambiente fresco y natural o la luz roja para crear un ambiente enérgico y pasional.
En este post, también queremos contarte como conseguir, a través de la iluminación, crear ambientes acogedores. Seguramente al leer esto vienen automáticamente a tu mente imágenes sobre lugares con luz tenue. Si es así, vas por el camino correcto. Aunque, además de elegir una iluminación suave, te contamos más sobre cómo lograrlo. ¡Toma nota!
Tipo de luz
Lo primero de todo, deberás elegir aquellas bombillas que puedan aportar luz cálida a aquella estancia que desees iluminar. Y es que la iluminación cálida es la base para conseguir crear un ambiente acogedor y relajante.
Tipo de lámparas
Además del tipo de iluminación, también podemos conseguir crear un ambiente acogedor mediante el tipo de lámparas que escojamos o mediante su disposición.
- Una buena idea puede ser elegir lámparas de pie o de mesa. Este tipo de lámparas sirven para proporcionar luz suave en un determinado espacio.
- Lámparas de pared. Las lámparas de pared también pueden servir para conseguir este objetivo. Estas sirven para crear una luz ambiental suave.
- Reguladores de luz. Los reguladores de luz son dispositivos que sirven para controlar la potencia e intensidad de la iluminación de un determinado espacio. Las lámparas de KISSA cuentan con la ventaja de disponer de regulador de luz, para que seas tú el que elija la intensidad de la iluminación en cada momento.
- Luz indirecta: Esta técnica de iluminación que consiste en que la iluminación no se dirija directamente sobre el área que se pretende iluminar. La luz indirecta también sirve para crear un ambiente acogedor.
Como has podido comprobar, son muchos los factores que influye a la hora de conseguir un ambiente acogedor. ¡Descubre toda la colección de lámparas KISSA y transforma tu espacio!